A ese sentimiento desconocido cuyo tedio, cuya dulzura me obsesionan, dudo en darle el nombre, el hermoso y grave nombre de tristeza. Es un sentimiento tan total, tan egoísta, que casi me produce vergüenza, cuando la tristeza siempre me ha parecido honrosa. No la conocía, tan solo el tedio, el pesar, más raramente el remordimiento. Hoy, algo me envuelve como una seda, inquietante y dulce, separándome de los demás.
Françoise Sagan. Bonjour tristesse
Qué cita más bonita, describe a la perfección un sentimiento muy concreto de angustia existencial: como una seda que le separa de los demás.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sí, aunque no es una gran novela, se lee como una auténtica delicia. Un abrazo
EliminarNo hay nada como una buena hora sumergido en nostalgia, desempolvando memorias.
ResponderEliminarLa nuca de Jean Seberg en "Al final de la escapada": un recuerdo cinéfilo imborrable.
Saludos.
Desde luego. Leí esta novela después de ver la película y en todo momento era su imagen la que me venía a la cabeza, su recuerdo es imborrable. Aunque su vida fue bastante triste.
EliminarUn abrazo.